dimarts, 21 d’octubre del 2008

KAVAFIS

BIOGRAFIA

Cavafis nació en Alejandría, Egipto, donde su padre era un rico comerciante. Tras su muerte en 1870 la familia tuv o que emigrar a Liverpool. Constantino regresó a Alejandría en 1882.

Con el comienzo de los disturbios en 1885 la familia tuvo que mudarse de nuevo, esta vez a Estambul. Cuando Cavafis volvió a Alejandría lo haría para quedarse el resto de su vida. Al principio trabajó como periodista, y después en el Ministerio Egipcio de Obras Públicas, durante treinta años. Entre 1891 publicó su poesía, con poco éxito. Murió en 1933.

Tras su muerte, la reputación de Cavafis aumentó, pasando a ser considerado uno de los mejores poetas griegos modernos.


ÍTACA

Cuando inicies tu viaje a Ítaca,
ruega que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
No temas a los Lestrigonios
y los Cíclopes y al furiosos Poseidón.
Jamás encontrarás tales cosas en tu camino,
si tus pensamientos se mantienen elevados, si una bella
emoción toca tu cuerpo y tu espíritu.
Jamás encontrarás a los Lestrigonios,
a los Cíclopes y al fiero Poseidón,
si no los llevas contigo dentro de tu alma,
si tu alma no los alza frente a ti.

Ruega entonces que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano,
en que entres a puertos por primera vez vistos
¡con qué placer, con qué alegría!
Detente en los mercados fenicios,
y compra mercadería fina,
nácar y corales, ámbar y ébano,
y perfumes agradables de toda especie.,
compra tantos perfumes agradables como puedas;
visita una multitud de ciudad egipcias,
para aprender y aprender de aquellos que tienen conocimiento.

Mantén siempre Ítaca fija en tu mente.
Llegar allí es tu meta última.
Pero no apresures el viaje para nada.
Es mejor dejarlo durar por largos años;
e incluso anclar junto a la isla cuando ya estés viejo,
rico con todo lo que has ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te dé riquezas. Ithaca has given you the beautiful voyage.
Ítaca te ha dado el hermoso viaje.
Sin ella jamás habrías emprendido el camino.
Pero no tiene nada más que darte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te habrá defraudado.


Con la gran sabiduría que habrás ganado, con tanta experiencia,
ya habrás entendido para entonces lo que las Ítacas significan.




dijous, 16 d’octubre del 2008

Paul Auster

BIOGRAFIA


Empieza a escribir a los 12 años, antes incluso de descubrir el béisbol que tanto aparece en sus novelas. Entre 1965 y 1967, estudia en la Universidad de Columbia literatura francesa, italiana e inglesa. Empieza a traducir a autoras francesas como Dupin y Lleva Bouchet y viaja en París. Volverá en 1967 para evitar ir a la Guerra de Vietnam, tratará de trabajar en el cine, aunque suspenderá el examen de ingreso al IDHEC. Escribe guiones para películas mudas que nunca se rodarán, pero que descubriremos más tardo en El libro de las ilusiones. Durante los diez años siguientes, el trabajo será duro. Escribe artículos para revistas, empieza las primeras versiones del país de las últimas cosas y del palacio de la luna, trabaja en un petrolero, vuelve a Francia donde vivirá unos tres años (1971-1974) gracias a sus traducciones de Mallarmé, Sartre o Simenon). También escribe poesías y obras de teatro de un acto. En 1976 escribe su primera novela, Squeeze Play (recientemente editado miedo Alfaguara como Jugada de Presión), bajo el pseudónimo de Paul Benjamin, una suerte de novela negra al estilo clásico de Raymond Chandler y Dashiell Hammett cono la que obtuvo escaso éxito editorial. Poco tiempo después de divorciarse, la muerte de su padre le proporciona una pequeña herencia que le saca de apuros y le inspira para escribir La invención de la soledad. Se publica su libro en prosa Espacios blancos... Conoce a la novelista Siri Hustvedt, cono la que se casará en 1981. Se publica en 1982 El arte del hambre.


MR. VÉRTIGO


Yo tenía doce años la primera vez que anduve sobre el agua. El hombre vestido de negro me enseñó a hacerlo, y no voy a presumir de haber aprendido el truco de la noche a la mañana. El maestro Yehudi me encontró cuando yo tenía nueve años y era un huérfano que mendigaba monedas de cinco centavos por las calles de Saint Louis, y trabajó conmigo constantemente durante tres años antes de permitirme mostrar mi número en público. Eso fue en 1927, el año de Babe Ruth y Charles Lindbergh, precisamente el año en que la noche empezó a caer sobre el mundo para siempre. Lo representé hasta pocos días antes del crac de octubre del 29, y lo que hacía era más grande que nada de lo que esos dos caballeros hubiesen podido soñar. Hacía lo que ningún norteamericano había hecho antes que yo y nadie ha hecho desde entonces.




Italo Calvino

BIOGRAFIA


Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas cerca de La Habana en Cuba, donde trabajaba su padre Mario, agrónomo, quien dirigía una estación experimental de agronomía. Su madre, Evelina Mameli, oriunda de Cerdeña, se había licenciado en ciencias naturales.En 1925, sin embargo, volvieron a San Remo donde, dos años después, nació su segundo hijo, Floriano, quien más tarde llegaría a ser un geólogo de fama internacional, además de docente universitario.

Durante su infancia, Calvino recibió una educación laica y antifascista, de acuerdo con la actitud de sus padres que se proclamaban librepensadores. Fue a la escuela infantil St. George College. Después, durante la elemental, a la Scuole Valdesi, e hizo la secundaria en el regio Ginnasio-Liceo G.D. Cassini. Tras ello, se matriculó en la facultad de agronomía de la Universidad de Turín, donde su padre enseñaba agricultura tropical.Una vez acabada la guerra, se mudó a Turín, donde colaboró en unos cuantos periódicos, se matriculó en Letras (se graduaría con una tesis sobre Joseph Conrad) y se afilió al Partido Comunista Italiano (PCI). Fue durante este período de su vida que entró en contacto con Cesare Pavese, quien hizo que fuese contratado por la editorial Einaudil, donde ya trabajaba Elio Vittorini.


BARON RAMPANTE


Fue el 15 de junio de 1767 cuando Cósimo Piovasco de Rondó, mi hermano, se sentó
por última vez entre nosotros. Lo recuerdo como si fuera hoy. Estábamos en el comedor
de nuestra villa de Ombrosa, las ventanas enmarcaban las espesas ramas de la gran
encina del parque. Era mediodía, y nuestra familia por tradición se sentaba a la mesa a
aquella hora, a pesar de estar ya difundida entre los nobles la moda, procedente de la
poco madrugadora Corte de Francia, de comer a media tarde. Recuerdo que soplaba
viento del mar y las hojas se movían. Cósimo dijo: «¡He dicho que no quiero y no quiero!»,
y rechazó el plato de caracoles. Nunca se había visto una desobediencia tan grave.
En la cabecera estaba el barón Arminio Piovasco de Rondó, nuestro padre, con peluca
sobre las orejas a lo Luis XIV, anticuada como tantas cosas suyas. Entre mi hermano y yo
se sentaba el abate Fauchelafleur, limosnero de nuestra familia y preceptor de nosotros
dos. Delante teníamos a la generala Corradina de Rondó, nuestra madre, y a nuestra
hermana Battista, monja doméstica. En el otro extremo de la mesa, frente a nuestro
padre, se sentaba, vestido a la turca, el caballero abogado Enea Silvio Carrega,
administrador e hidráulico de nuestras haciendas, y tío natural nuestro, como hermano
ilegítimo de nuestro padre.