dijous, 16 d’octubre del 2008

Paul Auster

BIOGRAFIA


Empieza a escribir a los 12 años, antes incluso de descubrir el béisbol que tanto aparece en sus novelas. Entre 1965 y 1967, estudia en la Universidad de Columbia literatura francesa, italiana e inglesa. Empieza a traducir a autoras francesas como Dupin y Lleva Bouchet y viaja en París. Volverá en 1967 para evitar ir a la Guerra de Vietnam, tratará de trabajar en el cine, aunque suspenderá el examen de ingreso al IDHEC. Escribe guiones para películas mudas que nunca se rodarán, pero que descubriremos más tardo en El libro de las ilusiones. Durante los diez años siguientes, el trabajo será duro. Escribe artículos para revistas, empieza las primeras versiones del país de las últimas cosas y del palacio de la luna, trabaja en un petrolero, vuelve a Francia donde vivirá unos tres años (1971-1974) gracias a sus traducciones de Mallarmé, Sartre o Simenon). También escribe poesías y obras de teatro de un acto. En 1976 escribe su primera novela, Squeeze Play (recientemente editado miedo Alfaguara como Jugada de Presión), bajo el pseudónimo de Paul Benjamin, una suerte de novela negra al estilo clásico de Raymond Chandler y Dashiell Hammett cono la que obtuvo escaso éxito editorial. Poco tiempo después de divorciarse, la muerte de su padre le proporciona una pequeña herencia que le saca de apuros y le inspira para escribir La invención de la soledad. Se publica su libro en prosa Espacios blancos... Conoce a la novelista Siri Hustvedt, cono la que se casará en 1981. Se publica en 1982 El arte del hambre.


MR. VÉRTIGO


Yo tenía doce años la primera vez que anduve sobre el agua. El hombre vestido de negro me enseñó a hacerlo, y no voy a presumir de haber aprendido el truco de la noche a la mañana. El maestro Yehudi me encontró cuando yo tenía nueve años y era un huérfano que mendigaba monedas de cinco centavos por las calles de Saint Louis, y trabajó conmigo constantemente durante tres años antes de permitirme mostrar mi número en público. Eso fue en 1927, el año de Babe Ruth y Charles Lindbergh, precisamente el año en que la noche empezó a caer sobre el mundo para siempre. Lo representé hasta pocos días antes del crac de octubre del 29, y lo que hacía era más grande que nada de lo que esos dos caballeros hubiesen podido soñar. Hacía lo que ningún norteamericano había hecho antes que yo y nadie ha hecho desde entonces.